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Resúmenes de las Ponencias: VI Jornada Bioética

¿Ventajas del sufrimiento para la vida? Prof. Dr. Rafael Alvira

En primer lugar es conveniente distinguir dolor y sufrimiento. En la antigua y actual discusión sobre la incidencia de estas realidades en los animales –y según se afirma cada vez más por parte de la ciencia- incluso en las plantas –lo que tal vez puede ser un problema para los veganos-, lo más razonable parece inclinarse por la tesis de que los animales y las plantas tienen dolor, pero no sufren, mientras que el ser humano padece tanto lo uno como lo otro, pero con la peculiaridad de que puede tener dolor sin sufrimiento, y sufrimiento sin dolor.


Esto último se puede afirmar siempre que se mantenga que en el ser humano hay una dimensión superior, el espíritu, que puede “gobernar” el cuerpo. Sólo un ser espiritual sufre en sentido estricto porque para sufrir hace falta conciencia de dolor, sea éste psicosomático o psicoespiritual.


Esta tesis, a su vez, requiere apuntar la distinción entre “ser afectado”, “tener dolor” y “sufrir”. El “ser afectado” incluye tanto al dolor como al sufrimiento, pero también a otros actos del ser humano, como percibir con los sentidos o conocer intelectualmente. Todo lo cual nos empuja a subrayar que el “ser afectado” no es –como se podría pensar- “pura pasividad”, sino que recibir o ser afectado es también verbo, lo cual conduce a revisar unas contraposiciones conceptuales de difícil encaje.


Una vez llevado a cabo este planteamiento fundamental, el siguiente momento consiste en preguntarse si dolor y sufrimiento tienen algún sentido. Al respecto se puede señalar en primer término que todo lenguaje tiene tres dimensiones básicas: referir, significar y encontrar o dar sentido. Las tres son “espaciales”. La primera atiende a la posición de una realidad; la segunda a su espacio intelectual propio; y la tercera a su integración armónica en la unidad total. Sólo hay orden y, por tanto, “paz”, en el recinto cerrado de una unidad.


Fuera de la unidad no hay orden y, por consiguiente, tampoco se puede entender porqué cada elemento está en un lugar relativo, ni –dinámicamente-, porqué hay un fin “natural” al que se dirige “con sentido” en su acción. La medicina ha sabido encontrar un sentido al dolor, como realidad que nos avisa de una enfermedad, pero no es fácil trasladar en paralelo esta tesis al sufrimiento. ¿Nos avisa el sufrimiento de alguna enfermedad espiritual, o es simplemente un mal en sí mismo? Aquí hace falta referirse a dos cuestiones fundamentales e implicadas: la distinción bien-mal y el significado y sentido de dicha distinción.


Hay una diferencia radical entre considerar que la contraposición bien-mal es sólo psicofísica, en cuyo caso se lucha para deshacerse de lo que consideramos mal mediante la medicina somática y psicosomática, o bien –como en el deporte, por ejemplo- aceptando el dolor por el deseo de obtener premios; o bien pensar que la diferencia es objetiva y espiritual, en cuyo caso el tema de la explicación del significado y sentido del sufrimiento adquiere tonos nuevos.


Puede ser útil, al respecto, establecer una comparación entre sufrir/no sufrir y los pares clásicos saber-no saber y bondad/maldad de la voluntad. Mediante el examen de estas comparaciones se intentará concluir el análisis del tema propuesto.



MESA REDONDA “LA FUERZA DE LOS DÉBILES: INICIATIVAS QUE SUMAN” Mar Molina.

Asociación Síndorme de Down


Granada Down a la que represento es una asociación provincial creada en 1990 con el objetivo de mejorar la vida de las personas con síndrome de Down poniendo la lupa en sus capacidades individuales en vea de sus limitaciones para lograr su plena inclusión en la sociedad.


La visión de esta asociación es la de una sociedad en la que las personas con síndrome de Down estén plenamente integradas y sean capaces de valerse por sí mismas y de dirigir su vida con voz propia, es decir capacidad de autodeterminación. Los valores que la asociación utiliza de motor para lograr sus objetivos son:


- Inclusión académica y laboral

- Formación desde el nacimiento

- Autonomía e independencia (a la que todos por otra parte deben aspirar)

- El trato igualatorio

- El respeto

- La cooperación

- La autodeterminación y el empoderamiento


GranadaDown ofrece una amplia cartera de servicios para lograr estos objetivos como son el de Educación, Logopedia, Atención Temprana, Formación de Adultos e inserción laboral y el de Vida independiente. Entre todos estos servicios merecen una especial atención los de Formación de Adultos e Inserción laboral y el de Vida Independiente. Es especialmente interesante el programa de escuela de vida y viviendas compartidas incardinado en el Proyecto Amigo. El Proyecto Amigo es un espacio para aprender entre iguales a tomar decisiones que nos lleven a ser lo mas autónomo e independiente posible, a través de la amistad por medio de ingredientes como la confianza, la sinceridad, el respeto y demás valores necesarios para la Convivencia”.


A través de este camino se puede llegar al programa de viviendas compartidas, en los que las personas con síndrome de Down se independizan de sus familias y comienzan una vida verdaderamente independiente, situación a la que se llega en varias fases. Todo este trabajo está en la línea de conseguir el reconocimiento de hecho de las personas con síndrome de Down en particular y de cualquier persona con discapacidad intelectual en general, tal y como quedó establecido en la Convención Internacional de Naciones unidas de 2006, posteriormente ratificada por España en 2007 y formando parte de nuestro ordenamiento jurídico desde mayo de 2008.


Sin embargo en el informe solicitado por el Ministerio de Sanidad y Servicios Sociales al Comité de Bioética de España se evidencia que nuestro país tendría que reformar su legislación para hacer realmente efectivos algunos derechos reconocidos en la Convención como son: - El derecho de sufragio activo y pasivo - El derecho a no ser internados involuntariamente - El derecho a reconocimiento de su capacidad jurídica - El derecho a no sufrir una esterilización forzosa Llevamos mucho camino recorrido en el que hemos sido testigos de cómo la sociedad ha cambiado su percepción de las personas con síndrome de Down gracias a que asociaciones como la nuestra le han dado visibilidad, pero aún nos queda mucho por recorrer para que todos sus derechos sean reconocidos y vuelvan a ser “invisibles” a ojos de la sociedad porque estén absolutamente integrados.



Experiencia: Mundo Infantil – Mª Ángeles Selva


Esta historia que vais a ver, como todas las historias esta llena de dolor, es más, no podría asegurar que todos los presentes aquí hoy en esta sala hayan sido felices, pero lo que sí puedo asegurar es que todos los presentes en esta sala han sufrido en algún momento de la vida. El dolor es inherente a la vida. Y esta historia que voy a presentar como todas otras no se diferencia por el dolor, a pesar de ser de estar llena de este.


Paco:

https://www.youtube.com/watch?v=h8O32J5D_yk&list=PL2F7fiZ2pzO35- UrfstDkV0v2wWw9L8Vn&index=16

Pili:

https://www.youtube.com/watch?v=PBFLVtkH1co&index=17&list=PL2F7fiZ2pzO35- UrfstDkV0v2wWw9L8Vn

Estefanía:

https://www.youtube.com/watch?v=DHj2Kckk6s0&list=PL2F7fiZ2pzO35- UrfstDkV0v2wWw9L8Vn&index=24

Juana:

https://www.youtube.com/watch?v=ir1n62lt-jg&list=PL2F7fiZ2pzO35- UrfstDkV0v2wWw9L8Vn&index=28

Omar: https://www.youtube.com/watch?v=PPShS03u3RQ&list=PL2F7fiZ2pzO35- UrfstDkV0v2wWw9L8Vn&index=7


Como hemos comprobado, el dolor está presente en todos los relatos que encontramos.


¿Dónde está el dolor?


El dolor tanto físico como psicológico, como parte el ser humano está presente a lo largo de toda nuestra vida. La experiencia nos muestra que el sufrimiento y el placer están en la misma dimensión, o dicho de otro modo, que son los dos lados de una misma moneda. Pensemos todos en cosas que nos hagan felices….y ahora en cosas que nos hagan sufrir….


¿A que son las mismas ( salud, familia, trabajo….)?


La experiencia que todos compartimos es que buscamos el placer, el bienestar, y también alejarnos del dolor y del malestar, independiente de a lo que llamemos bienestar.


¿Cuál es la Clave en esta historia? La clave aquí, es que la clave no es el dolor, que lo importe, en estas historias, no es dejar de sufrir…lo básico es que los protagonista obvian el dolor, el sufrimiento…. Y es por ello, este deja de ser impórtate puesto que lo importante es otra cosa.


¿Cuál es el problema?


El problema está cuando vivimos para dejar de sufrir, el problema está cuando aprendemos a que más importante es no sufrir. Y es normal que aprendamos esto, es normal cuando vivimos en la sociedad de la inmediatez. En una sociedad donde las reglas que nos ofrece, constantemente, son fórmulas que nos dicen: “no la angustia, no a los recuerdos penosos, no la tristeza, a la baja autoestima, no al dolor, etc., son barreras para vivir”.


Lo que aconsejan esas fórmulas es “evita tanto como puedas toda esa miseria, apártala de tu vida en cuanto aparezca”, “busca el placer inmediato y elimina rápidamente el menor signo de malestar” (bebe Coca-Cola, si no te apetece no lo hagas, Compra el último modelo “lo necesitas, no puedes vivir sin el”)….


Y en esa lógica, que nos envuelve los medios, y con frecuencia algunos profesionales, proporcionan diversos remedios (flores de bag, o todo tipo de terapias psicológicas y tratamientos farmacológicos que, pretendiendo ser una solución, pueden acabar convirtiéndose en un mal remedio. La lógica predominante del “todos contra el malestar y el dolor” y el funcionamiento acorde a ella, son difíciles de alterar en tanto que poderosos sectores económicos y sociales y lo que “la gente quiere de inmediato” se ajustan perfectamente, como dos piezas de un puzzle.


Y El problema surge a la larga, cuando esas dos piezas no encajan con otra, más importante: lo que la persona valora realmente en su vida.


¿Qué otros sentimientos o valores podemos ver es esta historia?


Esos “otros” valores o emociones (Familia, trabajo, fe, amistad…) son la clave y cuando esos valores son lo principal… el dolor solo es un daño colateral de la vida. Podemos ver otros ejemplos (Pablo Raez, La mama de Gabriel….) Y esta es la fuerza de los débiles…sus valores, sus principios. Cuando sus valores son más fuertes que su dolor.


Esto no quiere decir que no se sufra, para nada, se sufre y mucho… pero solo como daño colateral a estar vivo, aceptando sus circunstancias y comprometiéndose con sus valores y principios por lo que merece la pena vivir



La ética y los pacientes - Joan C. March


Hay 5 aspectos que son clave en el entorno de la participación de la ciudadanía en el sistema sanitario: La ley, la ley de autonomía del paciente La ética, de la importancia del papel del paciente en la toma de decisiones compartida.


El conocimiento y la información, con el apoyo moción al, como elementos que hacen que los pacientes estén más informados a la hora de tomar una decisión sobre su salud La mejora de la calidad de la atención, ligada a un compromiso de los pacientes en su salud y en el uso d los servicios sanitarios La sostenibilidad del sistema, al verse afectado por un mejor uso de los servicios de urgencia, un menos uso de las visitas a los especialistas del hospital, un mejor uso de los consejos y tratamientos que hacen los pacientes Estos 5 aspectos son fundamentales en un entorno donde los pacientes toman los medicamentos o siguen los consejos porque quieren excepto cuando están ingresados en un hospital.


A eso hay que añadir el papel de un igual como apoyo en el mejor uso d ellos servicios sanitarios, en mejorar la calidad de vida, en tener en cuenta que la salud tiene un actor clave que es el paciente. Y en ese momento, la formación entre iguales tiene un componente ético fundamental, por el trabajo de alguien que ha pasado tu misma enfermedad contigo. Y en ese entorno, hay que valorara dos aspectos más:


El papel de los profesionales, acompañando y no distorsionando, ayudando y no dificultando.


El papel de ellas redes sociales como un elemento que ayuda a democratizar la información existente Y como la salud son conversaciones, es un elemento clave tener en cuenta al igual para mejorar un servicio sanitario que necesita un cambio no pequeño, para hacerlo sostenible. Y en ese sentido es fundamental, ponerle H-alma, alma con H para tener en cuenta que aspectos como la honestidad, la humildad, los hechos, el humos, las habilidades, el heroísmo, la humanidad, el hueco, la huella, hoy en tu historia, son elementos clave para avanzar en un entorno donde hay que decir que los pacientes son el recurso menos utilizado del sistema y que es necesario, pedir por favor que los pacientes PUEDEN, (deben) ayudar a mejorar el sistema.



MUSICOTERAPIA: ¿Qué es la Musicoterapia?


Aunque existen muchas definiciones de Musicoterapia, basadas en las orientaciones terapéuticas y en el desarrollo del cuerpo teórico de la disciplina, hay varias que nos sirven de referencia. Una de ellas es la definición que proviene de la Federación Mundial de Musicoterapia (World Federation of Music Therapy, 2011).


La Musicoterapia es el uso profesional de la música y sus elementos como una intervención en ambientes médicos, educativos y cotidianos con individuos, grupos, familias o comunidades, buscando optimizar su calidad de vida y mejorar su salud física, social, comunicativo, emocional e intelectual y su bienestar. La investigación, la práctica, la educación y la instrucción clínica en la musicoterapia están basados en estándares profesionales según los contextos culturales, sociales y políticos.


La música en Musicoterapia es concebida como un medio para conseguir objetivos terapéuticos. En Musicoterapia, las cualidades y características que definen la música las usamos como herramientas terapéuticas para conseguir unos objetivos como pueden ser relajación, concentración, mejora el estado de ánimo, alivia la ansiedad, ayuda al manejo del dolor, etc. Por ello, no necesitamos que nuestros pacientes demuestren habilidades musicales previas. Musicoterapia en el ámbito hospitalario:


La musicoterapia en el ámbito hospitalario o música y medicina, como también puede denominarse, tiene sus orígenes en la Segunda Guerra Mundial cuando en Estados Unidos llevaban bandas musicales a los hospitales para ayudar en la rehabilitación de soldados, es ahí donde médicos de diferentes Estados se percatan de la importancia de la música en este ámbito y se empiezan a desarrollar programas. Pero no será hasta finales de los 40 y principios de los 50 cuando se comience a establecer la Musicoterapia en sí, a través de la creación de unas normas éticas de trabajo y el desarrollo del cuerpo teórico. A partir de ahí, se ha considerado esta profesión como una “terapia alternativa” al tratamiento farmacológico (años 80), para pasar a ser una terapia “complementaria” en la cual puede usarse junto al plan de tratamiento, y más recientemente la encontramos dentro de la “medicina integral”, en la cual se trabajan objetivos comunes dentro de un equipo multidisciplinar. Dichos objetivos no sólo van a tener en cuenta el modelo tradicional en el cual la enfermedad sólo tiene efectos en el cuerpo (aspectos físicos), sino que distintos profesionales van a trabajar de manera holística aspectos emocionales, cognitivos y espirituales que puedan repercutir en el estado de ánimo, en las relaciones familiares y/o profesionales y con el entorno del paciente y sus cuidadores, o lo que es decir, el poder responder a todas las necesidades en las múltiples dimensiones del ser humano para poder ser tratado.


Vídeo “Música y Medicina”. Música y Medicina:


Mejora del manejo de los síntomas, teniendo en cuenta toda la comunidad hospitalaria (pacientes, cuidadores, profesionales sanitarios, ambiente), a través de diferentes técnicas y metodologías (música en vivo vs. grabada, repertorio musical, relajación y sedación, música activa/receptiva, apoyo a procedimientos de enfermería, música ambiental, improvisación clínica, música y manejo de síntomas, canto, música y respiración).


Música Ambiental:


- Está basada en una intervención no invasiva, realizada con música en vivo, desde un enfoque mente-cuerpo.

- ¿Dónde? En salas de espera y áreas de tratamiento.

- ¿Para quienes? pacientes, acompañantes y personal hospitalario.

- Impacto en niveles de estrés y percepción de ruido ambiental.

- Estudio realizado en el hospital de Jaén: “Efectos de la intervención con Musicoterapia Ambiental sobre aspectos psicológicos, estado de ánimo y calidad de vida en pacientes que reciben tratamiento con quimioterapia. Estudio piloto”.



Cineforum, una aproximación a la Bioética LA PELÍCULA. “El hombre sin rostro”. Coín Tomás y Garrido.


Mel Gibson ha demostrado ser un cineasta genial. En 1993 sorprende a público y crítica debutando como director con la película “El hombre sin rostro”, en la que también se reserva el papel protagonista.


Situada temporalmente en 1968 - la revolución del mayo francés- adapta la novela de Isabelle Holland. Arranca con los problemas académicos y afectivos de un niño “ChucK” -que sueña con ser piloto de aviación-, y de su inesperada relación con el profesor Justin McLeod -hombre amargado por un suceso misterioso que dejó desfigurado su rostro, y que vive solitario en una casa apartada-, y conduce al desarrollo de una amistad grande y verdadera entre ellos, en la que compartirán el significado de las cosas y el sentido de la vida.


Película con diferentes lecturas, en estas jornadas centraremos el debate en el sufrimiento de sus protagonistas y su actitud ante el dolor.


Tres parámetros ayudarán a realizarlo: 1. Que supone “ver cine”; 2. La experiencia del sufrimiento humano en el cine; 3. Elementos del Cineforum. “VER” CINE. “Puede haber una antropología cinematográfica -certeras palabras del filósofo Julián Marías- porque el cine es…un análisis sobre el hombre, una indagación de la vida”.


Calificado también como laboratorio de antropología, el cine es escenario donde se proyectan historias de vida que “resuenan” en los espectadores, medio privilegiado para el conocimiento de la condición humana porque todo lo humano, lo más profundamente humano, ha sabido encontrar su espacio en él. En el prólogo del libro “La vida humana a través del cine” (Mª C. y G. Mª Tomás y Garrido) escribe el crítico Juan Orellana: “La mirada antropológica -en el sentido filosófico y tradicionales la perspectiva más acertada que se puede tener sobre el arte cinematográfico como manifestación del espíritu humano. Cualquier otra -estética, ideológica, psicológica, sociopolítica, siendo ópticas verdaderas y necesarias, son en sí mismas parciales. Por el contrario, la aproximación antropológica es la más integrada e integral y debe abarcar en su seno todas las demás”.


LA EXPERIENCIA DEL SUFRIMIENTO HUMANO EN EL CINE.


El séptimo arte, ha sido capaz dar expresión fílmica al fenómeno del sufrimiento humano en toda su hondura, en su insondable misterio y ha sabido contar -con el lenguaje de la imagen, de la palabra, del sonido, de la música, de los silencios-, esta profunda experiencia universal. En la pantalla vemos reflejados muchos sufrimientos humanos -no en vano un gran número de buenas películas pertenecen al género drama-, en los que el espectador no solo observa esta incomprensible realidad, sino también la capacidad del hombre de encontrar en el dolor esperanza y alegría, porque en él se ponen de manifiesto dimensiones que le hacen crecer por encima de sí mismo, de descubrir su capacidad personal para situarse a un nivel superior y sobrellevar serenamente lo que no es posible cambiar asumiendo las garras del dolor como posibilidad dinámica de penetrar en el sentido de la vida, aceptándolo como elemento constitutivo en la forja de la propia personalidad.


En la entrevista A. Solzhenitsin realizada en 1983, en The Times, declaraba el disidente soviético: “El dolor es esencial para nuestro progreso espiritual y para nuestro progreso interior. El sufrimiento se reparte a la humanidad y a cada hombre en una cantidad suficiente para que el hombre sepa sacar utilidad de él, si lo sabe utilizar para su enriquecimiento interior”. Idénticos hechos pueden enriquecer la personalidad o motivar su ruina. Lo importante es la respuesta personal y también la repuesta de los otros, porque el dolor puede convertirse en un fenómeno socializador, en una forma de relación, en un lenguaje capaz de dar expresión a la propia necesidad y a la de ser receptivo ante las necesidades del hombre sufriente.


CINEFORUM.


Ver cine es una experiencia individual y la misma historia admite lecturas diferentes desde la mirada atenta de cada espectador.


El Cineforum -herramienta básica para convertir esa experiencia personal en un acto social-, es una oportunidad para los amantes del séptimo arte interesados en observar y debatir sobre una determinada proyección. Quien capta la trama, los diálogos, las escenas o la belleza que dan forma a una película, está en condiciones de compartir esa experiencia aportando un enfoque más profundo, una mirada más amplia. Se trata de un medio que enriquece a los espectadores a través de las ideas sugeridas, las emociones suscitadas, los diálogos entre los participantes al añadir una nueva capa de reflexión a través de la puesta en común.


El cineforum aporta hábitos observación, de análisis, de comprensión, de reflexión. Se trata de una nueva riqueza personal al observar una película desde diferentes perspectivas y niveles de lectura.



Duelo- Inteligencia emocional ante las pérdidas Jose González Fernández


Un tercio de las consultas en atención primaria tienen origen psicológico, y de estas, una cuarta parte es el resultado de algún tipo de pérdida o duelo. La razón es que los duelos no resueltos se asocian a problemas de salud como depresión, ansiedad, abuso de fármacos y alcohol, problemas cardíacos o ideación suicida.


Sin embargo, ante esta necesidad asistencial no se dan los recursos públicos necesarios para atender a todas aquellas que quieren compartir su pérdida y nutrirse de un asesoramiento que les guíe y les oriente en este difícil y largo camino. Aunque no hay recetas que permitan eliminar el dolor, sí existen recursos que ayudan a vivir el proceso conscientemente y permiten superar las distintas etapas, evitando la aparición de comportamientos patológicos.


El duelo es una sensación de pérdida sin posibilidad de reparación. Se suele asociar a la muerte pero puede tener distintas causas: la desaparición de un ser querido, la pérdida de la salud, las consecuencias físicas y psicológicas de un accidente de tráfico o un divorcio. Ante él, solemos plantearnos las siguientes preguntas, entre otras: ¿Qué sucede psicológicamente después de una pérdida? ¿Qué reacciones son comunes? ¿Hay emociones “permitidas” y prohibidas”? ¿Cómo se manejan las emociones conectadas al duelo? ¿Es sano expresar la rabia y la tristeza?


Todas ellas provocan emociones y sentimientos que tienen una base común, pero que se diferencian en la intensidad y en la capacidad para asumir la pérdida. Es una experiencia que cada persona vive de una manera individual. Incluso cuando hay que enfrentarse a un duelo común dentro de una familia, cada miembro lo vivirá de un modo distinto.


Existen factores mediadores relevantes que influyen en el proceso del duelo: la manera de morir, las circunstancias coetáneas a la pérdida, la naturaleza del apego, las redes de apoyo social y los recursos personales. “en ninguna otra situación como en el duelo, el dolor producido es total; es un dolor biológico (duele el cuerpo), psicológico (duele la personalidad), social (duele la sociedad y su forma de ser), familiar (duele el dolor de los otros), y espiritual (duele el alma). En la pérdida de un ser querido duele el pasado, el presente y especialmente el futuro. Toda la vida en su conjunto duele”.


De esta multidimensionalidad en los procesos de duelo cabe destacar el factor social y la dimensión temporal. A un nivel “macro” nuestra sociedad se podría definir como tanatofóbica: la muerte es un tabú que se forja socialmente desde la infancia, ocultamos la enfermedad, las separaciones y la muerte, impidiendo que nuestros hijos participen en las despedidas.


A nivel “micro”, el hecho de que el resto de familiares y amigos del fallecido vivencien las fases o tareas del duelo a ritmos y velocidades diferentes es una fuente de conflicto y tensión que está detrás de la estadística que indica que el 68% de las parejas que pierden un hijo acaban separándose. Aquellos vínculos que a priori deberían ser un bastón en el proceso se pueden convertir en obstáculos en el proceso de duelo. El trabajo terapéutico grupal permite normalizar las diferencias en la elaboración idiosincrática del duelo, permitiendo construirlo de manera individual y personal.


Esta estigmatización de la pérdida transmite el mensaje de que las emociones aparejadas al duelo (negación, rabia, ira, enfado, culpa, tristeza), no están permitidas. Parte de nuestro trabajo terapéutico consiste en legitimar estás emociones. Las mal llamadas emociones negativas están en nuestro “pool” o repertorio emocional porque son útiles fiologenéticamente, de hecho compartimos estás emociones con otros animales. La negación funciona como un mecanismo de defensa que nos concede un tiempo extra para asumir la pérdida. Las chimpancés hembras siguen portando a su cría una vez muere, aún cuándo el resto del grupo es consciente de la muerte. La rabia o la ira en los animales permite que defiendan a sus crías, el territorio o la propia integridad física. La tristeza facilita el apoyo del grupo para metabolizar la pérdida, en nuestra sociedad quizás es la emoción más permitida y tolerada en los procesos de duelo. La culpa es la única emoción que no compartimos con otros animales.


Un lobo o cualquier otro depredador no siente culpa ante la muerte, es una emoción netamente humana y sin duda la fase o emoción más dañina en los procesos de duelo y la más difícil de gestionar. La culpa, como emoción, es una fase que aparece transversalmente en la mayoría de duelos: “Tenía que haber pasado más tiempo con él”; “Nunca le dije todo lo que significaba para mí”; “Si hubiera estado más pendiente de su salud” son frases que suelen brotar como pensamientos intrusivos en los duelos patológicos y crónicos pero también en los duelos normales. Desde el punto de vista terapéutico resulta menos difícil trabajar la culpa en los grupos de duelo.


El eco de la voz grupal sirve como modelaje para la ventilación emocional, legitimando la expresión de pensamientos culpógenos en un primer momento, y ayudando a metabolizar la culpa posteriormente. La resolución de los asuntos pendientes de manera simbólica pero práctica ayuda a cicatrizar los vínculos dañados y diluir la culpa.

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